Nunca olvidemos que el hábito de la lectura y el amor por los libros deben partir en la casa. Que los niños aprendan a leer no sólo es tarea del colegio. Los profesores son fundamentales para la técnica y la lectura, pero si refuerzo en la casa es muy difícil lograrlo.
Nunca olvides que siempre debe haber un refuerzo positivo para que los niños no se sientan frustrados y de a poco vayan incorporando la lectura en sus vidas. Todos los niños aprenden a distintos ritmos, por eso es fundamental que observes a tus niños y de acuerdo a cada uno de ellos, refuerza ciertas áreas.
- Comienza temprano. Desde que tu hijo tenga dos años (o antes; hay estudio que dicen que puedes leerle a tu niño desde que estás embarazada) empieza leyéndole cuentos que le gusten antes de ir a dormir o como rutina de cada tarde. Le encantará y le estarás acercando al mágico mundo de la lectura.
- Deja la televisión apagada todo el tiempo que sea necesario durante el día para potenciar el hábito de la lectura. Todo con equilibrio, recuerda que la lectura no debe ser impuesta de manera de castigo o por sobre otras cosas que hagan que los niños se sientan “obligados”.
- Pregúntale siempre cosas sobre lo que están leyendo, si es muy pequeño no importa que te conteste cosas sin sentido, lo que realmente resulta primordial es que exista una interacción con tu hijo en relación al cuento y que además, lo pasen bien.
- Deja que elija el cuento que quiere leer. No le obligues a leer algo que no quiere, no vuelvas la actividad como algo estresante. Para que la lectura se convierta en un momento de ocio y placer los niños deben encontrar en este momento, relajación y diversión.