Estamos de acuerdo que no hay nada más rico que dormir siesta. Echarse en la cama a descansar, dormir y recuperar fuerzas para lo que queda del día es realmente un privilegio.
Pero en el mundo acelerado que vivimos hoy y aparte con los hijos pequeños, este momento tan preciado ha ido quedando relegado a los recuerdos de tiempos pasados.
Hoy queremos darles simples consejos para aprovechar al máximo, el poco tiempo que tenemos, a veces, para hacer un break en el día.
1.- Limitar la siesta a 30 minutos: si tenemos poco tiempo, estos son los minutos justos para que descansemos, pero no entremos en un sueño tan profundo que haga que nos levantemos con más sueño o más cansancio.
2.- Alargar la siesta, si tenemos tiempo: los fines de semana son un momento preciso para descansar más que otros días. Alargar la siesta el sábado y domingo puede ser un agrado. Lo recomendable es 1 hora y media, donde nuestro cuerpo descansa y nos permite llegar a un sueño REM, momento del descanso total, donde el cerebro sigue trabajando a mil pero el cuerpo descansa, lo que nos permitirá, incluso, despertar más creativo.
3.- Siesta de café: esto consiste en beber de forma rápida una taza de café y luego dormir 20 minutos. La cafeína nos da un empujón al despertar que nos hace sentir descansadas e ingeniosas.
4.- Caminar después del almuerzo: si no podemos dormir siesta, pero nuestro cuerpo se siente cansado, lo recomendable es salir a caminar por unos 15 minutos. Muchas veces, el cansancio entre 13:00 y 15:00 P.M se debe a la falta de sol y la baja temperatura corporal, que induce al cerebro a secretar melatonina, hormona que induce el sueño. Caminar bajo el sol, inhibe su producción.
5.- No dormir después de la 16:00 P.M: si estamos cansados, el remedio es una siesta corta entre 13:00 y 16:00 P.M, momento de mayor estado de letargo en el día.
6.- ¡10 minutos sirven!: aún si estamos cansados y dormitamos o dormimos entre 5 y 10 minutos, puede mejorar el estado de ánimo y energía.
7.- Si tenemos insomnio, no dormir siesta: si dormimos durante el día, aunque sea un rato, puede agravar nuestro insomnio durante la noche.
Dormir es una manera de recuperar nuestra mente y nuestro cuerpo. Aunque tengamos miles de cosas que hacer, la siesta es un regaloneo que podemos darnos, al menos, una vez a la semana.
Fuente: Tendencias, La Tercera