A veces nos escudamos en que nuestros hijos hacen determinadas cosas -que están mal, pero no son graves- porque solo son niños. Pero, ¿hasta dónde estos comportamientos son normales y cuándo debemos empezar a preocuparnos? Hoy les dejamos 6 conductas, que a nuestro juicio, jamás debiéramos ignorar.
Interrumpe constantemente cuando están hablando:
Muchas veces la emoción supera a nuestros hijos y tienden a interrumpir cuando alguien más está hablando. quizás a primera vista no nos sea tan molesto, pero necesita comprender que todos tenemos un turno y que, en ocasiones, es necesario esperar para contar lo que quieren contar. Más que cohibirlos, lograremos que entiendan la base del diálogo: escuchar.
Juega muy rudamente:
Algunos niños tienen la tendencia a jugar de forma muy agresiva. Si no frenamos esta conducta a tiempo se convertirá en un hábito alrededor de los 8 años. Además, le estamos enviando un mensaje de que lastimar o ser violento es bueno.
Debemos confrontarlo cuando está teniendo un comportamiento agresivo, preguntarle si le gustaría que le hicieran eso y explicarle que no está permitido ningún juego que incluya un daño a otra persona.
Hace como que no te escucha:
Tener que decirle a un niño varias veces que tiene que hacer algo que no quiere significa que el juego lo está ganando él, lo que lo convertirá en controlador y desafiante. Por lo que debemos evitar cualquier distracción, mirarlo de frente, decirle lo que queremos, hacer contacto físico, y esperar a que responda. Es muy importante que omprenda la importancia de escuchar y ser escuchado.
Hace cosas sin pedir permiso:
La independencia de un niño es buena, pero hasta cierto límite. Que decida qué hacer sin consultarlo puede ser peligroso. Para eso debemos establecer reglas y conversarlas abiertamente con nuestros hijos. Si hace algo sin permiso, debemos indicar que no se puede hacer en voz alta y si rompió alguna regla, debe recibir el castigo que corresponde.
Miente:
Aunque a veces son cosas de niños, esto puede denotar una falta de honradez en el futuro. Cuando mienta, debemos dejarle las cosas claras y hacerle saber que si no dice la verdad, probablemente la gente no confíe en él. Debemos saber qué lo motivó a mentir, para saber cuándo y porqué lo hace. Si no sabes cómo actuar frente a estas mentiras te invitamos a revisar este artículo.
No respeta a los mayores:
Nuestros hijos deben entender que a las personas adultas se les debe respeto: a los abuelos no se les habla como si fueran sus amigos y a los papás se les trata bien. También es importante que aprendan desde pequeños a tratar bien a las personas que les prestan algún servicio como la nana o el chofer de la micro.
¿Agregarías alguna otra conducta?