Se han fijado que la rapidez del mundo actual nos lleva a dejar para última hora las cosas más importantes de la vida. Se han fijado que solo nos damos el tiempo (muy poco) y el espacio (cada vez menor) para disfrutar de lo que realmente nos gusta cuando ya hicimos todas esas cosas odiosas que debemos hacer en el día a día.
Para mí uno de los mejores momentos del día es la última hora. El momento en el que apago el computador y desatiendo mi smartphone, el momento en que llevo a mis hijos a su cama y les doy un beso, el momento en que tomo en brazos a mi guagua, la miro a los ojos y ella sonríe de solo tenerme y se queda ahí, en paz esperando que los ojos se le cierren de sueño. Es un momento realmente mágico, conectarme con ella, abrasarla y acariciarla y ver como en unos pocos instantes ya está cerrando sus maravillosos ojos negros.
¡Duermen! y por fin es hora de compartir con mi pareja… pero cuesta tanto desconectarse, cuesta tanto dejar atrás el estrés del día, la ansiedad de lo que tenemos que hacer para mañana, la premura de lo que se necesita, la necesidad de sacar la calculadora y comenzar a sacar cuentas… cuesta tanto cerrar la rutina y darnos tiempo para mirarnos a los ojos y volver a conectarnos.
El mundo actual y la vida rápida que llevamos nos pone una venda en los ojos y nos entrega miles de distracciones que nos llevan a día a día alejarnos más y más de quienes amamos y de las cosas que realmente importan ¡Y pucha que cuesta volver a ellas!
Les hago una pregunta super personal ¿A qué hora te das el tiempo para hacer el amor con tu pareja? Deben pasar tantas cosas para que lleguemos a tener intimidad: que los niños duerman, que hayamos comido, que ordenemos la cama y la ropa para mañana, que contestemos los últimos mails, que dejemos lista la pega de mañana temprano porque tenemos reunión y no podremos hacerla, que veamos la teleserie, que apaguemos la estufa…. podría seguir hasta el infinito… Y es triste, porque lo que significa es que al final de cuentas, estamos dejando a la persona a las que amamos y a nosotras mismas para último minuto.
Es tan rápida y tan exigente la vida de hoy que no tenemos tiempo para lo más importante, para lo más sincero, para lo que nos hace ser felices y sonreír .. para lo que nos llena la vida.
Que la vida no se nos pase entre cosas que debemos hacer en vez de en cosas que queremos hacer para ser felices.
