- Muchas veces nuestros hijos van a llegar a la casa con una mala nota lo cual nos frustra y molesta pero antes de actuar debemos pensar.
En primer lugar pónganse en el lugar del niño. Recibir una mala nota no es grato y puede haberse visto enfrentado a las críticas y burlas de los compañeros por lo que mi primer consejo sería acogerlo y ver cómo se sintió él frente a la nota. Quizás esa sea la mejor forma de que descubra que estudiar no solo le da buenas notas sino que también le implica que se va a sentir con él y frente al resto.
Una mala nota puede ser una gran herramienta para enseñarle a manejar y tolerar la frustración y el fracaso. No nos centremos solo en la nota porque podría ser peor el remedio que la enfermedad (recuerden que hay niños que han llegado a agredirse a ellos mismos por la baja autoestima que tienen frente a su rendimiento escolar).
Es importante inculcar el conocimiento y los valores. Esto es lo más importante, pero debemos motivarlos para hacer bien las cosas en todas las áreas (Si vas a ser zapatero que seas el mejor zapatero). Es clave hacerle un seguimiento al niño y estar atento a señales de estrés o angustia que pueda mostrar en el ámbito académico.
Otro aspecto importante es saber que tanto esfuerzo puso el niño antes de su prueba. Si el niño hizo un esfuerzo y aun así no rinde, hay que llenarlo de optimismo e invitarlo a que persevere sin deprimirse.
Tips para nosotras:
- Dedica 15 minutos diarios a tu hijo para saber qué hizo durante el día.
- Pregúntale qué hizo ese día, no como le fue.
- Llénalo constantemente de optimismo.
- Haz con tu hijo actividades aparte del estudio donde puedan relajarse y disfrutar.
- Conversa con tu hijo sobre como eras tu en el colegio, demostrándole que a veces también fracasaste.