Seguramente, más de alguna vez, has escuchado hablar que no es bueno limpiar los oídos con los palitos de algodón pero ¿por qué dicen esto?
En primer lugar, el cerumen cumple una función protectora manteniendo limpio el canal auditivo. No solo se encarga de que no llegue polvo y mugre al tímpano sino también es antibacteriano y lubricante. Aunque no lo creas, tus oídos se encargan de limpiarse casi por sí mismos: cuando el cerumen o la cera de los oídos se seca, los movimientos de tu mandíbula (mascar, hablar, etc.) ayudan a que eta cera se mueva hacia la salida de tu oído. El problema es que nosotros sentimos que tenemos cera en el oído y empezamos a desesperarnos llegando a meter en ellos los palitos de algodón, los cuales más que ayudar complican el panorama pues empujan la cera dentro del oído y se pega en partes que no se limpian solas. Este cerumen pegado puede implicar que se junten allí bacterias, hongos y virus que estaban en el oído exterior hacia adentro pudiendo provocar infecciones y dolor.
Otra cosa que puede suceder al empujar la cera hacia adentro es que bloqueemos el canal auditivo llevándonos a tener pérdidas de audición e incluso un rasgado del tímpanos si la presión es mucha.
En Estados Unidos hay 12 millones de personas que terminan visitando al doctor por tener un exceso de cera en los oídos (recuerda, ya no se limpia sola y se acumula) terminando en procedimientos médicos para retirar el exceso.
Solo cuando notes que tienes cambios en tu audición o cuando sientes que tus oídos están demasiado llenos de cera debes limpiar tus oídos pero nunca por tus propios medios sino que con la ayuda de un doctor.
Es tan grave el tema que incluso Q-Tips, una reconocida marca de este producto, explicita en su página web que debe usarse alrededor del oído exterior sin entrar al canal auditivo.
Pero, ¿cómo puedo no limpiar mis oídos? Es la pregunta de rigor que viene tras leer lo anterior. Pues bien, te contamos que esto es un círculo vicioso. Si te pican los oídos, te limpias con un palito de algodón. Al restregar tu piel se libera histamina que irrita e inflama la piel de los oídos, además, al sacar la cera el oído se seca haciendo que pique aun más. Entonces, si dejas de limpiar tus oídos estos retomarán su tarea natural de autolimpiado.
Si aun leyendo esto sientes que no eres capaz de soportarlo entonces la recomendación es irrigarlos en casa. ¿Cómo? Muy simple, pon unas pocas gotas en el oído de una mezcla con igual proporción de vinagre, alcohol y agua potable a temperatura ambiente.
En definitiva, nuestro dedo chico es más grande que el oído porque el cuerpo humano está pensado para que no metamos nada ahí. Si decides seguir usando los famosos palitos de algodón tienes que tener claro que es muy probable que en algún minuto termines pidiendo hora con un otorrino.
OJO: A LOS BEBÉS NUNCA DEBES USAR UN PALITO DE ALGODÓN
Si tienes ganas de saber más aquí les dejamos un video.