Más de la obvia respuesta de que entre mujeres se hablan temas de ellas, tiene más que ver con la todavía – aunque cada día menos – inhibición frente a los hombres.
La mujer latina, por cultura y tradición espera que el hombre sea quien tome la iniciativa en el inicio de una relación, aunque la tendencia sea al cambio, aún existe el hombre “machista” que rechaza este proceder y confunde a una mujer de iniciativa como una “mujer fácil” y abusa de ella y sólo la busca como una diversión pasajera. En consecuencia, la mujer ha tenido un duro trabajo de desinhibición, provocada – a mi juicio – por el hombre, y hoy por hoy incluso en presencia de hombre, su conducta no cambia, es decir, al sentirse tan importantes y relevantes ya sea en el mundo de las parejas como todo orden de cosas, su comportamiento se comienza a asimilar al del hombre, pero con las sutilezas que sólo ellas tienen y que las hace ser exactamente eso: mujeres.
Se han dado cuenta que cuando ven a un grupo de mujeres en un happy hour, riéndose, con tragos y comida en la mesa, haciendo hasta un poco de escándalo, se parecen exactamente a un grupo de hombres en el mismo escenario de un grupo de amigos, y tengo la sensación que eso a los hombres de hoy, no sólo no les molesta, incluso les atrae. ¿Por qué? Porque la sentimos atrevidas, desinhibidas, libres, sin complejos, lo que no es lo mismo que creer que una mujer que toma la iniciativa es necesariamente una “mujer fácil” sólo por hecho de actuar así.
Ese es un mito del porte de una casa, y a los hombres nos encanta catalogarlas de esa forma, sólo por el hecho de que cuando las enfrentamos y no nos va bien, no nos queda otra que descalificarla, y “criticar” este nuevo comportamiento más parecido al del hombre, mismo que incluso se da en presencia de hombres, lo que nos descoloca completamente si es que en nuestro proceso de conquista fracasamos cuando creímos que no nos tomaría mucho trabajo engancharla.
En definitiva, vale la pena entender que las mujeres de hoy, incluidas las que son mamás, que por lo demás pueden llegar a tener un nivel de madurez mayor, pueden perfectamente comportarse y expresarse como los hombres, pasarlo bien, sentirse libres, jóvenes y en ocasiones hasta como adolescentes, pero como son más racionales que nosotros, probablemente no perderán el control de la situación ni sufrirán bochornos, o sea, lo pueden pasar hasta incluso mejor que nosotros!