Chile es el país de Latinoamérica con mayor consumo de tabaco. Las mujeres somos las más fumadoras. Quienes deciden fumar saben perfectamente a qué se exponen, pero muchas veces olvidan los riesgos a los que se enfrentan sus hijos al ser fumadores pasivos.
El humo que inhalan los fumadores pasivos contiene hasta tres veces más nicotina y alquitrán que el que aspira el fumador, y unas cinco veces más monóxido de carbono.Los fumadores pasivos que están expuestos al humo de tabaco durante una hora, inhalan una cantidad equivalente a dos o tres cigarrillos.
Esta exposición indirecta al tabaco tiene efectos en las personas:
Consecuencias físicas
1. A corto plazo: Tos, problemas dentales (daños a encías, esmalte y piezas dentales), mareos, dolor de cabeza y de garganta, e irritación de los ojos.
2. A mediano plazo: Hipertensión arterial, arterioesclerosis, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), enfisema pulmonar, asma, ataque cardiaco, infertilidad y daños en el feto (bajo peso, enfermedades genéticas y muerte súbita).
3. A largo plazo: Cáncer (pulmonar, de mama, de garganta, de lengua, de boca, de esófago, de estómago, entre otros).
Consecuencias psicoemocionales
4. Se adquieren malos hábitos, incluso a temprana edad
5. Sentimientos de autodestrucción o baja autoestima por dependencia y carencias emocionales
6. Deterioro de la capacidad cognitiva
7. Problemas de conducta en niños
8. Aislamiento, a pesar de que el tabaco es una droga social
9. Ansiedad, asociada con la adicción
10. Asociada con problemas cardiovasculares, puede llegar a desarrollarse demencia en edades avanzadas.
Quizás los efectos que detallamos son excesivos, pero si consideramos que la exposición constante a humo de tabaco es tanto o más peligrosa que consumirlo, podemos llegar a magnificar la importancia de alejar el cigarrillo de nuestros hijos.