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Niños felices: 7 secretos para lograrlo

Generalmente pensamos que la gran meta de ser padres es que nuestros hijos sean niños felices, imaginando la felicidad como momentos de alegría más que una felicidad constante o duradera.

Conseguir que nuestros hijos sean felices y esto se mantenga en el tiempo es bastante más complicado que solo darles algunos momentos de ella. Aunque no lo creas con solo implementar algunas cosas en la forma en que criamos a nuestros hijos puede hacer que ellos aumentan sus posibilidades de ser felices a lo largo de sus vidas. Tenemos que centrarnos en su salud emocional y el desarrollo del sentido del optimismo.

Entonces, ¿cómo logramos esto? Según un artículo de Lifehack existen siete secretos que nos ayudan a lograr este objetivo.

 

  1. Practicar la gratitud: los sentimientos de gratitud ayudan a mejorar el bienestar emocional. Para desarrollarlo muchos padres dejan un momento del día para decir de que están agradecidos. Lo importante es establecerlo como un ritual para que las emociones positivas del niño aumenten llevándolo a una felicidad más duradera.

 

  1. Enseñarles a compartir: al motivar a nuestros hijos a jugar bien con los demás les enseñas la empatía. Cuando son muy chicos modela y muéstrales la forma en que te gustaría que se comportara, esto reforzará el concepto de que el compartir es algo que se espera de ellos. Cuando las experiencias de compartir son agradables y entretenidas pueden causar un impacto positivo (por ejemplo compartir un paquete de galletas en familia).

 

  1. Dales responsabilidades: la idea de darle responsabilidades a tu hijo es para que sienta que está haciendo un aporte real e importante dentro de la familia. Si esto lo enseñamos desde que son pequeños el niño tendrá una mejor valoración de sí mismo. Estas tareas se les pueden dar desde los tres años como por ejemplo, darle de comer a la mascota, poner la mesa, hacer sus camas, etc.

 

  1. Deja que ganen y pierdan: es muy simple, los niños no van a saber lo que es el éxito a menos que se les permita correr el riesgo de fallar. Como adultos sabemos que son muy pocas las cosas que resultan bien a la primera y que solo gracias a la práctica se logran dominar. Cuando los niños descubran que a medida que practican logran dominar algo van a desarrollar una actitud positiva, enseñándoles a enfrentar los desafíos en el futuro con una actitud optimista que es esencial para tener una vida feliz.

 

  1. Nutre tu propia felicidad: ya nos han dicho hasta el cansancio que los niños aprenden de lo que ven de sus padres por lo que tu actitud es de extrema importancia. Padres felices tienen hijos felices. Lo mejor que puedes hacer por tu hijo es nutrir tu felicidad también. Tómate el tiempo de hacer cosas que te gustan como escuchar música o bailar. También es importante que te preocupes de la forma en que te relacionas con tu entorno, incluida tu pareja.

 

  1. Valora las cosas correctas: cuando tu hijo solo escucha halagos por cosas que hace o logra piensa que esa es la forma de hacer felices a sus papás. Felicitarlos solo por cosas específicas también puede afectar la autoestima de tu hijo a futuro. Cambia la alabanza desde el producto al proceso, al esfuerzo que puso en lograrlo, a su creatividad, la persistencia, el trabajo duro; esta es una mejor manera de felicitarlos y de paso ayudar a su felicidad duradera.

 

  1. Fomenta las relaciones interpersonales: ayúdale a tu hijo a sentirse conectado a sus amigos, familia y vecinos. Esto le permitirá sentirse entendido y amado.

 

Abraza a tu hijo, regalonéalo, muéstrale empatía cuando llora y lee con el. Busca manera de reírse juntos y de compartir la felicidad en el día a día.

 

 

 

 

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