Hijos

Mi hijo quiere tener una mascota ¿Será buena idea?

  • Numerosos estudios han demostrado que la interacción de los niños con las mascotas es positivo. Por un lado, en la investigación con niños en edad preescolar, psicólogos de la Universidad Estatal de Oregon encontraron que, enseñar a los niños a cuidar un cachorro, aumenta sus capacidades sociales para el futuro. Tener mascota hace que los niños cooperen más y participen mas.

Otro aspecto observado es que tener una mascota mejora la capacidad de los niños para desarrollar habilidades, como por ejemplo ser responsables, o ponerse en el lugar del animal y tratar de sentir cómo el animal se siente. Y esta empatía la pueden aplicar después hacia las relaciones con otros niños.”

En definitiva, tener una mascota implica que esta será capaz de enseñar a nuestros hijos a tener un comportamiento social ya que los animales como el perro y el gato aprenden este tipo de conductas, saben cuál es nuestro estado mental y deducen nuestras intenciones.

En el caso del perro y el gato los beneficios son claros:

El perro da ejemplo de expresividad, aceptación, fidelidad y lealtad, satisfacción ante pequeños regalos, enseña a los niños a saber estar solos si es necesario, a adaptarse a las normas de la familia y de la convivencia.

El gato enseña autonomía e independencia, el “no” (ya que no siempre responde a las peticiones de juego o interactividad con el niño), y entrena a los niños a ser observadores y precavidos.

Entonces, cuáles son los beneficios de tener mascota además de los mencionados?

a.   Disminuye el stress, lo que ayuda a que sean  niños menos agresivos.

b.    Mejora la autoestima y el bienestar psicológico, pues se sienten muy queridos por su mascota y, al cumplir con la obligación de alimentarlos, limpiarlos y cuidar de ellos, estamos creando en su interior una sensación de utilidad y motivación muy positivas.

c.    Disminuye el número de afecciones psicosomáticas: ansiedad, dolor de cabeza o abdominal, alteraciones del apetito, o problemas cutáneos.

d.    Exige un incremento en la actividad física.

e.   Regula el ritmo cardíaco y la tensión arterial, el solo acto de acariciar nuestra mascota.

f.   El niño que pasea un perro se beneficia de las relaciones sociales en la calle al atraer la atención de otros e iniciar conversaciones, estableciendo incluso nuevas relaciones.

g.   Acelera el desarrollo psicomotor a través del juego, el ejercicio, la persecución, las risas, etc.

h. Ejerce un papel de protección que comparte con los padres: no sólo papá y mamá son los que me quieren y me cuidan. Les aporta seguridad cuando los padres están ausentes.

i.  Invita a los niños a imitar a los adultos en su rol de cuidadores, por lo que ellos pasan a ser los papás de la mascota y esto hace que desarrollen el valor de la responsabilidad.

j. Proporciona un vínculo con la realidad para mejorar la estabilidad emocional

k.  Se crea una relación de confianza mutua que promueve el conocimiento de sí mismo

l.  Proporciona aceptación y amor sin prejuicios

m.  Ofrece una enseñanza natural sobre conceptos como el nacimiento, parto, enfermedad, dolor, muerte, sexualidad, etc. con lo que se convierte en su profesor particular en la escuela de la vida.

Así que más claro echarle agua… Si tienes la posibilidad una mascota puede ser muy beneficiosa para toda la familia a pesar de los gastos y preocupaciones que esta puede traer.

Texto basado en el sitio de Vetersalud

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