Todas hemos visto (o vivido) a niños agresivos. Nos referimos a esos niños que al frustrarse solo saben responder con violencia, golpeando al adulto a cargo o a los niños que están a su alrededor. ¡Es difícil manejarlos y entenderlos! Para eso hoy te entregamos una serie de tips para entender el comportamiento y para saber cómo actuar.
¿Por qué actúa así?
A veces, cuando los niños pequeños no se salen con la suya, se frustran y se enojan mucho. Algunos pegan, empujan o muerden a otros, porque no se les ocurre otra cosa que hacer.
Debemos entender que a los niños les lleva tiempo aprender a tomar en cuenta los sentimientos de los demás, comprender que sus acciones afectan a otros y deben pensar antes de actuar.
En ocasiones los niños tienen problemas para usar y controlar su cuerpo. Por ejemplo, un niño que trata de sacarle el juguete a un compañero, puede terminar golpeándolo sin querer.
En otras ocasiones los niños pueden actuar de forma agresiva porque tienen hambre, están cansados, estresados o no se sienten bien. Es importante que entendamos que un niño pequeño no conoce sus emociones y menos aun sabe cómo manejarlas. También está la opción de que actúen así porque las personas de su ambiente son agresivas o porque ven escenas violentas en la televisión o en videos, en este caso, el niño actúa violentamente porque es la única forma de comportamiento que conoce.
¿Qué puedo hacer?
– Demuéstrele mucho cariño para que se sienta seguro y protegido.
– Establece límites y se constante en mantenerlos.
– Da un buen ejemplo de autocontrol. No le grite ni le pegue. Muéstrale que hay maneras de expresar sentimientos negativos sin tener que recurrir a la violencia ni física ni sicológica.
– Dialoga con tu hijo para ayudarle a aprender a pensar antes de actuar con agresividad.
– Inventa juegos imitando situaciones para ayudar a tu hijo a aprender que se puede pensar en algo sin tener que llegar a hacerlo en la realidad. Con estos juegos ayudas a que el aprenda a manejar su conducta y conozca sus límites.
– Planifica las actividades de juego de modo que no esté con otros niños cuando se sienta cansado, estresado o con hambre.
– Establece un horario de comidas y cenas a intervalos regulares y asegúrate de que duerme lo suficiente en la siesta y en la noche.
– Dedica más tiempo a ayudar a tu hijo a aprender nuevas habilidades –comer, vestirse, jugar con otros–, de modo de que tenga menos motivos para sentirse frustrado o enojado.
– Obsérvale de cerca para que puedas intervenir apenas él o ella exprese agresividad.
– Trata de evitar que tu hijo vea programas de televisión o videos violentos.
¿Y si no da resultado?
Hay momento en que creemos que ya no se puede hacer nada más, que es incontrolable y no hay quien pueda manejarlo. Parece que sólo se porta mal y que tiene todos los problemas imaginables todo el tiempo. Pega, muerde, pelea, llora, tiene rabietas. No se limita a decir “no”, sino que grita “¡no!”. Parece siempre enojado y se diría que no le importa hacer daño a los demás. Nada de lo que digas o hagas parece ayudarle y esto es agotador. Estos niños y niñas son más difíciles de llevar. Si es tu caso y ya no sabe qué hacer, siempre existirá un especialista dispuesto a ayudarte. Mientras antes recurras a él, más fácil será terminar con la conducta.