Esta es una frase que se empieza a volver recurrente cuanto tenemos hijos de 4 años, los cuáles comienzan a descubrir que pueden hacer ciertas cosas y es labor de los papás incentivar su independencia y autonomía.
Cuando se quieren vestir solos en la mañana antes de ir al colegio, lavarse los dientes o simplemente comer su comida, son muestras de que los pequeños están creciendo. Aunque al principio sea un verdadero desastre, los papas deben alabar sus iniciativas y no privarlos de esos momentos de independencia. Son totalmente necesarios ya que van de la mano con desarrollo de las habilidades motoras de los niños.
A esta edad, ya los niños deben ser capaces de vestirse solos, aunque a veces sientan cierto grado de frustración por los cierres o botones, por lo que es recomendable facilitarles esta tarea con ropa que no tenga tanto de estos implementos.
Una de las actividades en las que hay que estar más atentos es en el lavado de los dientes. Esto debido a que los niños no tienen aún la suficiente coordinación para la limpieza de éstos y pueden quedar partes sin cepillado. Lo recomendable es dejar que ellos lo hagan y los papas ayudar sólo en los toques finales. Nunca olvidar que las visitas anuales al dentista son necesarias y lo irán guiando además para que mejore cada vez más su habilidad.
En cuanto a las comidas, dejar que ellos lo intenten también. Partir con cosas sencillas, como por ejemplo el jugo en vasos fáciles de utilizar y de tomar. Y si lo da vuelta sobre la mesa, ¡no importa! su cara de orgullo una vez que logré comer solo, será la satisfacción necesaria para los papás.