Aunque está prohibida para ellos, hay muchos adolescentes son consumidores, más o menos ocasionales, de pornografía. Algunos acceden a ella de manera casual y no vuelven a buscarla. Otros, en cambio se aficionan a ella y la consumen con frecuencia.
Lo primero que hay que saber es que la pornografía no afecta a todos los adolescentes de la misma forma. Pero sí hay algunos riesgos que todos corren si la consumen.
Qué efectos puede tener sobre los adolescentes:
Falta de crítica. Los adolescentes, sobre todo en la primera parte de esta etapa, están todavía muy lejos de estar formados intelectualmente. Lo más habitual es que carezcan de la capacidad crítica necesaria para evaluar adecuadamente todo lo que les rodea. Si a lo que se enfrentan es a la pornografía es probable que no sean capaces de discernir que aquello no es real, que la pornografía no refleja la sexualidad humana real. Y ello puede llegar a tener consecuencias sobre su propia sexualidad. Puede ocurrir que su identidad como seres sexuales que está formándose en ese momento madure deformada por la visión de la pornografía en vez de basarse en una imagen real.
Copia. Es muy frecuente en la vida de los adolescentes que imiten lo que observan. Si lo que imitan es la pornografía van a intentar vivir una sexualidad que no es real ni sana y que a la larga puede provocarles complejos o disfunciones.
Roles de género. En las relaciones heterosexuales es fundamental el respeto mutuo y el entendimiento de que la mujer es igual al hombre. Si los adolescentes se basan en lo que observan en la pornografía pueden desarrollar una idea confundida sobre los roles de los géneros en las relaciones sexuales. Pueden creer que las mujeres deben estar sometidas a los varones. Y eso también puede provocar muchos conflictos tanto en ellas como en ellos.
Si eres padre de un adolescente y descubres que tu hijo o hija es consumidor de pornografía primero debes saber si solo es una afición ocasional o su hijo es un consumidor habitual. En ambos casos no es recomendable prohibirlo de forma tajante la forma más efectiva de lograr que esta prohibición sea efectiva es hablar con el adolescente y explicarle exactamente qué es la pornografía. Es decir, asegurarse de que tu hijo entienda perfectamente que la pornografía no es una muestra real de la sexualidad humana. Lo importante es que a través de conceptos claros tu hijo comprenda que se está haciendo un daño
En muchos casos, los adolescentes acuden a la pornografía para responder sus dudas sexuales. Si ese es el caso de nuestro hijo, lo que debermos hacer es hablar con él o ella de sexualidad y explicarle todo aquello que necesite saber.