Hijos

La tolerancia a la frustración en los niños

Para todos es difícil de aceptar que algo no sale como esperamos o que cometimos un error inesperado. Si es difícil para nosotros los adultos, podemos imaginarnos que para los niños lo será aún más.

Los niños son todos distintos y algunos tienen mayor tolerancia a la frustración que otros. Es por este motivo que frente a la misma situación, dos hermanos pueden reaccionar de manera distinta.

Hay niños que tienen poca capacidad de postergar la gratificación de los impulsos y de aceptar los obstáculos. Estos niños se ofuscan con facilidad y les cuesta mucho aceptar que se han equivocado, reaccionando de manera agresiva ante cualquier argumento. Esto se debe a factores constitucionales o por la sociabilización recibida.

En cambio, otros niños tienen mayor facilidad para aceptar sus errores y que las cosas no salieron como ellos esperaban y están dispuestos a aceptarlo. Esto no quiere decir que no sientan tristeza, pero se recuperan más rápido y comienzan a buscar una solución.

El rol de la familia es fundamental en enseñarles a los niños a aceptar sus errores y a enfrentar dificultades. Se debe tener mucho cuidado y encontrar el equilibrio de no someter a los niños a frustraciones constantes y a no ceder inmediatamente a sus demandas.

Recuerda siempre que eres el espejo de tu hijo/hija y ellos seguirán tus comportamientos. Trata de mantener siempre la calma ante distintos tipos de situaciones.

Cuando los niños pierden el control, no es recomendable intervenir tratando de hacer que reacciones inmediatamente, porque nadie al estar ofuscado entiende ni procesa argumentos. Deja pasar el periodo crítico y después conversas con él/ella. Trata de dialogar, de conversar sobre lo sucedido y de explicarles que estas cosas le van a pasar muchas veces en su vida y que lo importante es aprender de lo vivido.

Nunca lo retes porque algo le sale mal. No hay nada más paralizante ni frustrante que el miedo a hacer las cosas. Cuando los niños crecen con miedo a equivocarse y a ser sancionado por ese motivo, puede desarrollar una actitud de paralización frente a las situaciones nuevas o de evaluación en su vida.

Algunos consejos son:

  • Debes ser tolerante ante las equivocaciones de tu hijo/hija. Equivocarse NO es una tragedia.
  • Si tu pequeño(a) se esfuerza, aunque no le resulte, anímalo(a) a seguir adelante recalcando que es normal equivocarse en el proceso de aprendizaje.
  • Si la que se equivoca eres tú, reacciona en calma y sin desesperar.
  • Realiza actividades con tus niños donde sea evidente que no tienes éxito y te lo tomas con humor.
  • Cuéntale historias de perseverancia.

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