La primera impresión realmente importa y mucho, en todos los aspectos de la vida, en el trabajo, en nuestras casas, con las nuevas amistades, familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. ¿Qué pasa cuando llegamos donde un head hunter o a una entrevista para un trabajo nuevo? nos recibe una mujer generalmente joven, medianamente arreglada y nos dice muy sutilmente: “pasa, siéntate”, uno está totalmente nervioso esperando conseguir el trabajo ideal y dar su mejor cara, ser el candidato que ellos necesitan pero no sabemos todos los puntos que ellos estarán evaluando sobre nuestra persona.
Las preguntas comienzan pero observas que ella únicamente está recorriendo su mirada de tu cabeza a los pies y no deja ningún detalle fuera, observa si tus zapatos están lustrados, el color de tus calcetines, tus pantalones, la camisa, si está planchada o no, la corbata, entonces pareciera que te está evaluando para un desfile de modas que para un trabajo!
Comienza con todo el sondeo de nuestra vida laboral pasada y posteriormente comienzan las preguntas más personales, esas que a todos nos incomodan: ¿dónde vives?, ¿cuánto tiempo te demoras en llegar al trabajo?, ¿tienes auto?, ¿vives solo?, ¿eres casado? ¿tienes hijos? ¿eres dependiente económicamente de alguien?, ¿por qué quieres trabajar aquí? etc, etc, etc. Pero lo que tú no sabes es que ya hubo todo un escaneo de tu persona, de tu forma de hablar, de expresarte, de vestirte y de cómo te visualizarían en el puesto para la empresa.
Esto no sólo pasa en el departamento de recursos humanos de una empresa, pasa con la gente en general, en la vida. En las área comerciales de las empresas, tiene mucho que ver el “cómo te veas” y actualmente es más fuerte por toda la influencia que tenemos de otros países, la moda, la forma de vida y las necesidades que el ser humano se ha creado a lo largo de estos últimos años viene cada vez más fuerte, con más demanda, todo esto genera la confianza que muchas veces la gente crea contigo, genera una conexión que tal vez vía telefónica o correo no se había manifestado antes, algo que en el pasado no se daba mucho y si puedes tener puntos a tu favor, qué mejor que lo sepas ahora, casi como un tip extra.
Mucha gente es escéptica en este punto, piensan que la inteligencia es lo único que debe importar y en lo que se deben enfocar las personas y todavía existen los “rebeldes” que te dicen: “que me conozcan como soy y si me aceptan tal cual, qué mejor”, pero no es verdad, en las relaciones interpersonales, actualmente, la gente se fija mucho en el aspecto personal, en cómo vistes, en cómo te expresas, en cómo te comunicas con ellos, cómo hablas, dónde vives, a qué colegio fuiste, de qué club eres socio, qué lugares frecuentes, incluso, cómo te desenvuelves con los demás, etc.
Es importante siempre tenerlo en cuenta para poder tener éxito, independiente de lo que entendamos por éxito. No recomendaría que las personas se traten de convertir en modelos de revista, de moda, ni que se gasten todo su sueldo en ropa y accesorios, pero sí que se vean relativamente “bien”, con la camisa planchada, los zapatos lustrados, cara siempre limpia y sonriente, todos estos puntos ayudarán a cerrar esos negocios que tal vez no se concluyeron en otros momentos donde la gente se adelantó y juzgó por la apariencia. No tiene que ser ropa cara, ni mucho menos, pero la “limpieza” en todo orden de cosas, supera al dinero.
¿Les parece entonces, que la primera impresión sí es importante?