La primera menstruación es un hito en la vida de las mujeres, pues marca el paso de la niñez a la adolescencia y viene cargado de muchos cambios tanto físicos como emocionales. Por eso es fundamental que seamos el primer recurso de nuestras hijas para hablar de este tema y no esperar a que ocurra para recién comenzar a tocar el tema.
Claro, porque la menarquía puede presentarse en cualquier momento y no es nada agradable que pille a las niñas sin información y sin herramientas para enfrentar esta nueva situación en su vida. En nuestro país la edad promedio de la primera menstruación es a los 12 años y medio pero puede presentarse perfectamente entre los 10 y los 14 años. Todo va a depender de componentes genéticos y la condición de la niña a la edad indicada.
Debemos ser súper claras al momento de hablar este tema con ellas para que ellas se sientan seguras y confiadas y no con miedos y temores frente a esta nueva situación en sus vidas. Siempre hablar desde la experiencia es bueno para que no sientan que “a ella es a la única que le pasa”. Contarles como fue nuestra primera menstruación abre una puerta al diálogo y la confianza.
Pero junto con tener una conversación de experiencia con ella, debemos decirle que conlleva esta nueva etapa de su vida. Acá les dejamos algunos de ellos para que tengan presente:
- Es señal de que su organismo está maduro sexualmente y es capaz de reproducirse
- Crecimiento acelerado de la talla (estirón puberal)
- Aumento mamario
- Aparición de vello púbico y axilar
- Cambios emocionales y conductuales
Además, es fundamental que actuemos con naturalidad porque éste es un proceso de la vida. Es acá donde debemos ser abiertas y sinceras al momento de hablar de sexualidad y desarrollo sexual, y tal como les dijimos anteriormente, no esperar a que les llegue la primera menstruación para hablarlo, sino que a medida que vemos que ella comienza a crecer, empezar a tocar estos temas.
Felicita a tu hija cuando le llegue su regla por primera vez, evita transmitir cosas negativas, enséñale como debe cuidarse en su higiene personal, vivir este momento con normalidad, ayúdala a conocer su ciclo anotando en un calendario su ciclo, enséñale a usar toallas higiénicas y tampones. ¡Tú eres su mejor profesora, no tengas miedo!
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