¿Cuántas veces escuchamos la frase “Un ratito más, mamá” por parte de nuestros hijos? ¡Muchas! Y a veces nuestra tolerancia se ve limitada porque insisten en esa petición, ya que ellos lo están pasando muy bien.
Obviamente, es comprensible. Ellos lo están pasando bien e inmersos en un juego y lo están pasando tan bien, que les cuesta un montón dejar de hacer eso que los divierte tanto. Pero nosotras también tenemos cosas que hacer y debemos comenzar a fijar pequeños límites desde un comienzo.
Es precisamente cuando son más pequeños que debemos comenzar a fijar ciertos límites que los ayuden a aceptar y tolerar ciertas situaciones. Pero esto no debe ser de manera brusca. Los niños cuando están en algo que es interesante, se meten tanto en eso que debemos cortar ese momento de manera paulatina y tranquila.
Debemos prepararlos siempre para el término de una actividad. Acá les dejamos algunos consejos que nos recomiendan Neva Milicic y Soledad López en su libro ¿Quién dijo que era fácil ser padres?:
1.- Siempre advertir del término de una actividad con algo de anticipación. Decirles que, por ejemplo, cuando termine de pintar va a comer. O que le quedan cinco minutos para irse de la plaza.
2.- Cuándo quede poco del tiempo dado, avise nuevamente que está terminando.
3.- Tratemos siempre de dar una opción ante el término de la actividad: Puedes columpiarte una vez más y nos vamos.
4.- No enganchar con escándalos y pataletas. Hay que ser firmes en lo que dijimos y luego, cuando ya esté calmado, explicarles que esas conductas son inadecuadas.
5.- No negociar con ellos. Eso puede llegar a ser indefinido.
6.- Si tenemos razones, aprendamos a decirles que no y mantenernos en nuestra postura sin culpas.
7.- Si la pataleta es grande y viene con un desafío a nuestra autoridad, debemos quitarle un privilegio para que comprenda lo que hizo.
8.- No demorar el cambio de actividad. Si nos vamos, hay que hacerlo en el momento dicho y no quedarnos en algo que nos puede demorar, ya que los niños se confunden.
No es fácil seguir estos consejos. Cuando estamos en la situación nos ponemos nerviosas y tratamos de que nadie se de cuenta. Pero hagamos un esfuerzo, ya que finalmente le estamos haciendo un favor a ellos y a nosotras.