Mucho se ha hablado el último tiempo sobre la educación, la calidad de ésta, el acceso a ella por parte de todos, en fin, miles de discusiones entre políticos que al final terminan en nada. Seguimos con la misma educación, buscando culpables y escuchando promesas de campaña que finalmente terminan en nada.
Buscamos culpables para todo, pero no nos hemos detenido a pensar que es lo que le estamos aportando nosotros a nuestros hijos para tener una educación de excelencia. A mi gusto, la educación no es sólo estudiar, leer libros, culturizarse, ir al colegio y luego a la universidad. Desde luego que es parte fundamental, pero la educación también es respeto, tolerancia, buenos modales, aceptación de otras ideas y por sobre todo y vuelvo a repetirlo, respeto.
Estos últimos factores de la educación, no caen en las manos de nadie más que nosotros como padres. Nuestra tarea es fundamental para entregarles a nuestros niños las armas para ser alguien que respete y sea respetado y que con esa altura de miras, sea capaz de enfrentar un mundo cada vez más competitivo y cada vez más problemático.
El primer ejemplo y referente en este mundo para los niños son los padres. En ellos ven reflejado todo lo que pretenden ser. Son los primeros ídolos, y no es fácil de llevar. Debemos ser capaces de hacernos cargo de esta inmensa tarea.
No podemos olvidar nunca que todo lo que hacemos repercute en nuestros hijos. Si insultamos, si gritamos, si somos mal educados, si contestamos mal, si los retamos por todo ellos comenzarán a encontrar esas actitudes normales y comenzarán a replicarlas en los distintos lugares donde estén.
Debemos prepararlos desde pequeños para enfrentar un mundo cada vez más competitivo, más extraño, más controvertido y menos amable. Debemos entregarles todas las armas que estén a nuestro alcance para que se paren frente a todos con actitud. Que sepan defender sus ideas, que sepan contestar de manera asertiva y que sepan utilizar las herramientas que la vida les entrega de la mejor manera posible.
Como dijo Aristóteles: “el hombre es un ser social por naturaleza” y, como tal, vivir en comunidad es parte fundamental de su desarrollo y ser escuchado es parte aún más prioritaria, sobre todo en los últimos tiempos, donde en las redes sociales ha encontrado una voz que antes estaba dormida y ha comenzado a demostrar sus pensamientos y sus formas de pensar.
Debemos apoyarlos, pero no justificar acciones que no correspondan. No olvidemos que somos padres y como tales, debemos educar con conciencia y no reflejar en ellos todo lo que nosotros no pudimos ser o no fuimos capaces de hacer.
El colegio es un gran aliado en la tremenda tarea que es educar a nuestros hijos. Pero nunca olvidemos que todo parte por casa. Recalco este punto porque es fundamental para que nuestros niños se desarrollen de manera tranquila.
La invitación que hoy les hago es a ser parte activa en la formación de nuestros hijos. Acompañarlos en sus actividades, participar en las cosas que nos pidan siempre que sea posible, estudiar con ellos, ayudarlos con las tareas y regalarles tiempo para compartir.