Ayer les presentamos algunas frases que no debemos decir a nuestros hijos. Aquí les dejamos la segunda parte de estas frases y aunque es muy difícil cumplir con esto es bueno tenerlo presente para tratar de evitarlas lo más posible.
- “Si vives en mi casa tienes que seguir mis instrucciones” amenazar a tu hijo de sacarlo de la casa es una idea terrible en diversas formas; lo puede asustar emocionalmente o puede que tu hijo se vaya realmente de la casa. Los padres están en esencia sacándose su responsabilidad cuando dicen estas cosas y generalmente es una amenaza vacía que los padres rara vez están dispuestos a cumplir.
- “Así fue cómo me educaron y no me pasó nada” la forma en que te educaron tus padres es la manera que aprendiste para ser padre pero no quiere decir que todo lo que ellos hicieron estuvo bien. Cuando hablamos de maternidad lo más importante es entender las necesidades de tus hijos aunque no se base en la forma en que a ti te enseñaron .
- “Me carga cuando haces… (cualquier mal comportamiento)” esta frase siempre la decimos cuando nuestra paciencia se está acabando. Los papás creen que esta es una crítica constructiva pero si nuestro hijos no escuchan el cuando y solo entienden que le dices “Odio cuando…”
- “Qué vergüenza” vergüenza es un concepto que los niños no entienden. Cuando les dices que debiesen avergonzarse lo único que escuchan es que la mamá está enojada sin saber por qué. Incluso peor, decir esto a un niño un poco mayor solo logra que se vuelvan más desafiantes y agresivos según un estudio de la ciudad de Michigan.
- “Eres igual a tu papá/mamá (con desprecio)” si este comentario fuera seguido de algo positivo sería un excelente comentario pero por lo general se usa en un tono negativo. Esto no solo da el mensaje de que están siendo rechazados sino que también estamos haciendo inconscientemente que nuestro hijo tenga que elegir de qué lado están para hacer feliz al otro padre.
- “Te lo dije” un clásico que no sirve de nada. Presumir de algo que ya sabemos no es de ninguna ayuda para nuestros hijos. Ellos aprenden por sus propios errores al igual que aprendimos nosotros.
- “Sé que no querías pegarle a …” Si, claro que lo hicieron con intención. Cuando estamos enojados pegarle a la persona que es responsable de nuestro enojo puede ser una reacción instintiva que se siente bien en el momento. Como padres debemos enseñarle a nuestros hijos estrategias y habilidades para regular este tipo de reacciones de formas más productivas y a la vez validar estos sentomientos como reales.
- “No estés enojado con…” todas las personas sienten lo que sientes y generalmente esto no es una decisión, lo que sí es una decisión es la forma de comportarse frente a esos sentimientos. Cuando los padres mezclan los sentimientos con el coportamiento (ej: no estés enojado con tu hermano versus no le pegues a tu hermano) aparte de no ser efectivo sugiere que los sentimientos del niño de alguna forma están mal y bajo control parental. Como ninguna de las dos cosas es real el niño termina confundido e inseguro de si mismo.
- “Me encantaría que fueras como…” todo niño tiene fortalezas y desafíos que son únicos en ellos. Los niños no debiesen ser comparados pero sí recordados que son diferentes. Si esta frase la terminamos con los hermanos el daño es aun peor y puede terminar por dañar la relación familiar.
- “Eso no está suficientemente bueno” cuando los niños escuchan que algo que hicieron no es suficiente lo que ellos escuchan es que ellos no son suficientemente buenos. Uno puede creer que la crítica los hace crecer pero solo sienten que consentirte es un imposible.
- “Eres perfecto” poniendo en los niños una expectativa de perfección aunque no lo digas en serio puede afectar la autoestima de tu hijo y hacerlo menos arriesgados por miedo a fallar.
- “Eres tan inteligente” a simple vista este es un buen comentario pero usar constantemente esta frase le enseña a los niños que tienen un don natural separado del esfuerzo. Algunos niños pueden entonces empezar a evitar situaciones en las que no son buenos para que no lo vean como poco inteligente. Lo mejor es reforzar a nuestros hijos que gracias al trabajo duro o la perseverancia lograron encontrar la solución.
- “Déjame ayudarte con eso” aprender a comunicar las necesidades y lo que se quiere es una de las habilidades más críticas de aprender por niños pequeños. Cuando los padres se adelantan a las necesidades de sus hijos les quitan la oportunidad de aprender y practicar el pedir ayuda.
- “¿Seguro que puedes hacer eso” los padres sobreprotectores pueden tener buenas intenciones tratando de mantener a sus hijos libres de cualquier peligro o daño pero cuestionando constantemente sus decisiones implica que no crees que son suficientemente listos o capaces de hacer algo nuevo. Si lo haces muy seguido tu hijo puede desarrollar el síndrome de Peter Pan que es el miedo a crecer.
- “Odio las matemáticas, nunca fui bueno para eso” no le tomamos el peso a lo importante que es nuestra actitud en determinar los logros académicos de nuestros hijos. Un estudio descubrió que si un padre está constantemente diciendo que no le gustan las matemáticas o que lo ponen nervioso o cosas por el estilo este es tomado por el niño afectando su desempeño.
- “No estoy llorando, todo está bien” probablemente piensas que si pones una cara feliz cuando en realidad pasa todo lo contrario es una forma de proteger a tu hijo pero los hijos pueden ver a través de esa mascara y los asusta. Esconder las emociones negativas y simulando cosas positivas no solo hace que te sientas peor por dentro sino que también daña la relación que tienes con tu hijo. No necesitas decirle a tu hijo todo lo que está mal pero dejarles saber tus sentimientos les enseña que ellos también tienen permiso de sentirse de esa forma.