Hijos

Estudio muestra que a los 14 años es cuando más afecta la imagen corporal

Hoy en día las niñas están expuestas a un montón de mensajes que entregan los medios: mujeres con cuerpos perfectos, delgadas y con gran personalidad. Y no es sólo en la televisión, tienen acceso a este “modelo de perfección” a través de revistas, avisos publicitarios, Internet y en cualquier parte donde estén gracias a la hiperconexión que tienen hoy.

Pero toda esta avalancha de contenidos sobre la imagen ¿Afecta como se ven ellas y su imagen y su percepción de su imagen corporal? Según un estudio realizado por la Universidad de los Andes, la respuesta es sí, y sobre todo a partir de los 14 años.

Para llegar a estas conclusiones, el estudio incluyó a 923 mujeres adolescentes de distintos colegios y de cursos de Séptimo Básico, Primero y Tercero Medio. A ellas, se les realizó un cuestionario que ayudara a medir el impacto del ideal corporal, en base a otras dimensiones: disconformidad corporal (discrepancia que se puede generar cuando el cuerpo de la adolescente no se ajusta a los modelos de televisión), dieta patológica y objetivación del cuerpo.

Las respuestas fueron rotundas: entre los 14 y 16 años la insatisfacción física es mayor, ya que en este rango de edades ocurre muchas veces el despertar de la vida sexual de las adolescentes.

También, este ideal de imagen corporal influye en que las niñas de hoy comiencen a realizar dietas a edades muy tempranas. Un estudio de la Universidad de Talca arrojó como resultado que la edad en que las niñas comienzan la primera dieta es entre los 8 y 13 años. Y otro estudio de la Universidad Católica del año 2006, concluyó que a los 15 años es cuando comienzan los trastornos alimenticios en las adolescentes.

Este estudio es un gran aporte para nosotras como madres y nuestra labor de observación del comportamiento de nuestras niñas. La adolescencia es una etapa complicada, en la cual se encuentran más vulnerables a ser influenciadas por cosas externas. Están en una constante búsqueda de identidad y los patrones ofrecidos por los diversos medios, se transforman en relevantes para ellas.

Debemos estar más atentas que otras veces, porque como ya les dijimos, nuestras hijas adolescentes viven expuestas a estos modelos y debemos reasegurarlas en lo que son desde pequeñas, para que esa influencia negativa, sea lo más baja posible.

Fuente: La Tercera

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