Parece absurda la pregunta.
Pero… ¿qué es el amor? no voy a profundizar en la definición, porque además no tengo una única respuesta, ni menos creo que exista una única respuesta. De lo que sí estoy seguro es que el amor sí existe, en diversas formas, e incluso dentro de un tipo de amor, sea de pareja, de padre/madre-hijo/hija, de amigo(a), compañero(a), etc., también existen distintos tipos de amor.
El amor que siento por mi mujer hoy no es el mismo que hace 10 años, cuando éramos novios, estudiantes, sin hijos, con escasa claridad acerca del futuro, responsabilidades limitadas, en fin, hoy, el amor es otro, pero sigue siendo amor e incluso más profundo, aún cuando tengo menos tiempo para dedicarle a ella.
Ahora, aunque hay muchos detractores, aparecen elementos que hacen que este nuevo amor sea más profundo: la admiración por el rol de madre, profesional, de amiga de sus amigas, de profesora de sus hijos, sumado a que no me descuidó, hacen que la relación se solidifique, se profundice, explore otros sentidos, incluso hasta con menos sexo que hace 10 años, pero el “no descuidar la pareja”, ha permitido que esto ocurra, que la forma del amor cambie, pero no decaiga, todo lo contrario.
Suena fácil la fórmula, pero no es así. Hay muchas responsabilidades, la energía ahora se debe usar en múltiples funciones, el tiempo escasea, las preocupaciones aumentan, el tiempo libre prácticamente no existe, pero… hay amor, y el amor todo lo puede. Puede compensar total o en parte todas las debilidades a las cuales se ve enfrentado, pero hay que cultivar la paciencia, el esfuerzo, la empatía, ponerse en el lugar del otro, los dos, no sólo uno, porque aunque suene majadero, la pareja son dos, y por más que uno haga un esfuerzo sobrenatural, si el otro no lo hace, se produce un desequilibrio, que más temprano que tarde, cae y se desmorona.
¿Qué se desmorona? el amor, el amor se acaba, sí, se acaba, y es lo que cuesta creer cuando se cae todo lo construido, y es donde te das cuenta que falló el elemento fundamental, el pilar de una relación.
Finalmente, si nos hacemos la pregunta ¿quién es el dueño del amor? Aquí sí que tengo una única respuesta a diferencia de cuándo me pregunté ¿el amor existe? El dueño del amor es el amor, no es ninguno de nosotros, sólo debemos alimentarlo día a día, NO hay otra fórmula.