Hemos escuchado muchas veces que mientras más colores tengan nuestros platos de comida, mejor. Es que para que cada vegetal tenga un pigmento determinado necesita de ciertas compuestos químicos, y son estas sustancias las que nuestro cuerpo necesita por sus propiedades nutricionales. Las invitamos a aprender sobre los colores de los vegetales.
Color verde:
El color verde se debe a la presencia de clorofila y en algunos casos a los glucosinolatos. Este último componente se relaciona con la reducción de la prevalencia de algunos tipos de cáncer.
Estos alimentos aportan pocas calorías y son buena fuente de vitaminas, minerales y fibra.
Las hojas verdes, en particular, tienen alto contenido de hierro, ácido fólico y vitamina C, nutrientes que fortalecen el sistema inmune.
Las frutas y verduras con un color verde claro combinado con amarillo, tienen carotenoides, componente antioxidante que ayuda a prevenir problemas oftalmológicos.
Color amarillo y anaranjado:
Los fitoquímicos y carotenoides son los responsables del color naranja. Estos componentes son precursores de la vitamina A, la que participa en la síntesis hormonal, en la diferenciación y crecimiento celular, y en la respuesta inmune. En concreto, ayudan a mantener bien la vista, fortalecen el sistema inmune y evitan las lesiones en la piel.
Los alimentos de color naranja claro tienen también flavonoides, un componente con propiedades antivíricas, antiinflamatorias, antihistamínicas y antioxidantes.
Color rojo:
Los alimentos de color rojo contienen licopeno, este componente tiene una fuerte capacidad antioxidante y algunos estudios demuestran que protege contra el cáncer de próstata, las enfermedades cardiovasculares y las quemaduras por la exposición a la luz ultravioleta.
Color Blanco:
Estas frutas y verduras son ricas en fotoquímicos y en potasio. Las propiedades de estos componentes son muy beneficiosas para el sistema circulatorio: previenen las enfermedades cardiovasculares, regulan la presión sanguínea, reducen el colesterol y previenen la diabetes.