No hay mejor panorama para un niño que el que su papá lo invite a jugar fútbol. O para una niña que su mamá la invite a andar en bicicleta o salir a trotar. Se sienten valorados, capaces y queridos. Además de ello es una excelente excusa para estimular y generar hábitos de vida saludable.
Para Claudio Basualto, profesor de educación física y jefe de gimnasio del Centro de Medicina del Deporte, el invitar a los niños a practicar actividad física sólo puede tener resultados positivos en todo ámbito “el niño se sentirá valorado e importante, podrá observar en su figura paterna / materna hábitos de vida sana y querrá imitarlos. Además es una excelente manera de mejorar la relación padre – hijo: al hacer deporte, los niños deben aprender de sus padres, por lo que verán en ellos una autoridad, un modelo a seguir. A fin de cuentas el padre se transforma en un referente” señala el especialista.
La actividad física por si sola es una excelente herramienta para estimular el desarrollo físico, social y emocional de los niños. El hecho de que puedan compartir estos momentos con sus padres, hace que todo lo aprendido sea aun más significativo y que el aprendizaje sea más rápido. “Los niños necesitan sentir que nosotros, los padres los valoramos y gozamos de sus logros. Es por ellos que es importante que acompañemos a nuestros hijos a sus campeonatos deportivos y celebremos junto a ellos sus logros y los ayudemos en sus derrotas. Para ellos son hitos importantes de su vida y quieren compartirlos con sus padres” nos comenta Claudio.
Generar hábitos de vida saludable es misión de todos y sobre todo de los padres. Es fundamental que los niños vean en ellos, actitudes que positivas que puedan replicar. Si lo hacen en momentos de diversión el aprendizaje será toda una aventura en familia.