Las gatas caminan con un paso muy especial, los pavos reales sacan sus maravillosas plumas y los leones peinan sus frondosas melenas… todas las espacies tienen una forma especial de llamar la atención del sexo opuesto cuando es hora de reproducirse… Y aunque la comparación suene un poco extraña, las mujeres también lo hacemos. Según un estudio efectuado por la Universidad de Minnesota –publicado en The Journal of Consumer Research- hay una relación entre la ropa que compran las mujeres y su ovulación.
La conclusión es simple: cuando ovulamos, tendemos a comprar atuendos más sexy. Pero no con el objetivo de satisfacer a los hombres, como se creería en una primera lectura, si no que con el fin de lucir más lindas y deseables frente a otras mujeres del entorno.
Los expertos reunieron a un grupo de 100 mujeres y estudiaron cómo iban cambiando sus hábitos de compras conforme avanzaba su ciclo menstrual. Se les entregó un set de fotos con mujeres que lucían muy atractivas y otras con un aspecto desaliñado. Posteriormente a todas las voluntarias se les presentaron catálogos con productos como vestuario y accesorio entre los cuales debían elegir algunos.
Las mujeres que estaban ovulando y observaron las fotografías de las chicas que lucían muy bien en las imágenes y optaron en su mayoría por objetos que las hacían ver más sexies.
Según los científicos, la elección estaría motivada –especialmente durante los días de ovulación- por las características de las otras mujeres de su entorno. Para poder atraer a “un buen macho” es necesario evaluar el atractivo de otras féminas en su entorno, esto con el objetivo de determinar qué tan llamativo tiene que lucir para atrapar a un hombre bueno.
Más allá de lo anecdótica que pueda parecer la investigación, lo relevante es que se abre un nuevo campo de acción para los investigadores: la relación entre consumo y hormonas. Y una vez más vemos que las hormonas manejan gran parte de nuestras relaciones y conductas.
