- Muchas veces creemos que nuestros hijos son pequeños para hacer ciertas cosas, pero en realidad no es así. Pasando los dos años es una excelente etapa para comenzar a inculcar y mostrarle cuales son los hábitos de higiene necesarios para que crezca sano y fuerte.
Pero para lograr internalizar estas tareas de manera positiva y con el impacto que esperamos, podemos seguir estas recomendaciones:
– Los primero es hacer siempre que estas tareas sean algo lúdicas y entretenidas y que en la medida de los posible tengan un espacio definido en la rutina diaria.
– Los niños van aprendiendo de lo que ven, por imitación. Somos su ejemplo más cercano por lo que debemos dejarlos ver cómo lo hacemos nosotros (lavarnos las manos, los dientes, peinarse) para que vayan repitiendo las actitudes.
– Siempre es fundamental explicar porqué es importante la higiene. Tratemos de hacerlo en un modo no muy rebuscado ni con palabras muy específicas, pero desde pequeño es bueno que vayan internalizando la importancia de la higiene personal.
Ahora bien, si tenemos lo anterior cubierto la pregunta es ¿Qué tareas puede realizar por sí solo? Acá te dejamos algunas que puedes ir potenciando en la medida de su crecimiento:
– Lavarse los dientes: debemos dejar que lentamente este hábito vaya internalizándose en la rutina. Primero podrá ser visto como un juego, pero luego debemos ir contándoles de la importancia de los dientes y de mantenerlos limpios. Lo recomendable es que en una primera instancia ellos lo intenten y después nosotros repasemos, para que vayan conociendo el movimiento y abarcando todos los rincones.
– Lavarse las manos: es importante que empiece a reconocer los momentos fundamentales de lavado de mano: antes de cada comida, después de ir al baño. Como todo lo que hemos dicho, debemos dejar que ellos lo hagan pero siempre vigilando y repasando al final. Además, debemos hacerles las cosas fáciles: tener un jabón que ellos puedan manejar, un banquito para que se suban, las toallas a manos.
– Jabonarse en el baño: enseñarles a jabonarse por partes: las piernas, los brazos, los pies y la guatita. Como siempre, nosotros debemos repasar al final y contarles lo importante que es jabonarse bien. Además, así les estamos entregando un esquema corporal de ellos mismos para que se vayan formando una imagen real de éste.
– Cepillarse el pelo: este punto, sobre todo para las niñitas es complicado. No esperemos que lleguen con el pelo desenredado, pero sí debemos dejarlos que vayan haciendo el ejercicio. El ensayo diario los va motivando y mejorando su motricidad también. nuevamente, debemos tener todo a su alcance y ojalá un muñeco o muñeca con la que ellos puedan jugar y “ensayar”.