Las Constelaciones Familiares son un método de intervención terapéutica creado por el filósofo y terapeuta alemán Bert Hellinger y que se ha difundido en muchos países a partir de su aparición en Alemania en la década de los 80.
Esta intervención permite en primer lugar que un paciente pueda ver en una forma vivencial y no a través del lenguaje, las circunstancias que en muchas ocasiones se encuentran en la base de sus dificultades personales y que con frecuencia provienen inconscientemente a través de nuestra profunda unión con nuestra familia, lo que Hellinger llama “el gran alma de la familia”.
A través de este ver, es posible descubrir acciones sanadoras que ayudan al paciente, sea como parte de su camino de desarrollo personal o complementando la terapia convencional en la que se encuentre.
Existen dos maneras de realizar las constelaciones familiares. En primer lugar se puede realizar de manera individual con el terapeuta utilizando lo que se denomina figuras sistémicas. Estas figuras representan a los miembros de la familia y con ellos se construye la situación que se quiere trabajar. La otra forma de hacer este trabajo es en grupos en el que las personas que asisten pueden decir que desean trabajar un tema conflictivo y elige, dentro de los asistentes, personas que representen a los involucrados en el problema. Estas personas llamadas “representantes” comienzan a experimentar sensaciones y sentimientos que reflejan a las personas que están interpretando. Con esto, la persona que presentó el conflicto va comprendiendo el problema, lo observa y lo puede trabajar ya que mediante esta dinámica, los participantes revelan una muestra de lo que está sucediendo al interior de la familia del consultante, la cual en todo el proceso permanece anónima.
Con la utilización de frases curativas y ritos de lenguaje corporal, el terapeuta orienta la dinámica y enfoca la solución. Muestra cómo, con amor, es posible sanar lo que se ha dañado. Crea una conciencia de aceptación de la realidad, de orden, de equilibrio y de compensación.
Existen varias personas que saben hacer este tipo de terapia y el solo hecho de ir a presenciar una constelación ya hace que se trabaje también en uno mismo.
