Siempre que nos enfrentemos a situaciones de un aprendizaje nuevo de nuestros hijos, nuestra labor principal como padres es estimularlos y darles herramientas para que logren objetivos de manera más rápida.
Hoy les queremos dejar simples consejos que podemos aplicar día a día para lograr esa estimulación necesaria para que nuestros hijos vayan aprendiendo a hablar:
- Hablar con él todo el rato. Mirarlo a la cara y mostrarnos interesadas en lo que nos dicen es fundamental para su confianza.
- Concentrarnos en lo que nos quiere decir, no en si está pronunciando bien o no. Debemos hacerlos sentir seguros cuando hablan con nosotros.
- Cuándo nos diga una palabra bien, debemos reforzarla en la respuesta y en cada ocasión que sea pertinente.
- Cuando hablemos con ellos, vayamos mostrando lo que estamos hablando, para generar asociaciones positivas.
- Debemos darles hartos espacios en el día para que no hablen. Si le preguntamos algo, démosle la pausa necesaria para que nos contesten.
- Introducir palabras nuevas. Llevarlos a dar un paseo y decirle como se llaman las cosas que ve es un muy buen ejercicio.
- Extender las frases o palabras que nos quiere decir. Por ejemplo si nos dice “ana” refiriéndose a la manzana, contestemos “sí, acá tienes tu manzana”.
- Cuando estemos con ellos, simplifiquemos nuestra forma de hablar y hagámoslo de manera clara.
- Si estamos hablando con ellos, eliminemos ruidos que puedan distraerlo (como la tele o la radio) para que se concentren, nos respondan y asimilen lo que estamos hablando.
Es importante que tengamos claro que cada niño tiene su proceso. Ninguno es igual a otro y nunca debemos etiquetarlos, menos frente a otros. Eso puede retrasar aún más su aprendizaje. Ahora bien, si tenemos dudas o notamos algo, lo recomendable es consultar a un especialista para que nos ayude en todo este proceso.