La alimentación puede afectar nuestra forma de dormir y la de nuestros niños también. Es por eso que muchas veces la alimentación de la noche es fundamental para conciliar un buen sueño.
Aquí les dejamos algunos consejos nutricionales que nos entrega www.coaching-nutricional.com para pasar una mejor noche y recuperar energías y fuerzas, sobre todo en la esta última parte del año donde todos, grandes y chicos, nos sentimos más cansados.
- Es bueno comer poca cantidad y al menos dos horas antes de irse a dormir.
- Comer hidratos de carbono que se encuentran en cereales, papas o pastas son aconsejables para la hora de dormir pues elevan los niveles de insulina en el organismo que favorece el sueño. Agregar cereales a la mamadera en una buena medida ayuda a que el bebé duerma mejor.
- Darle a los niños alimentos calientes también favorecen el sueño. Una sopa de verduras o cremas o un vaso de leche caliente.
- Comer huevos y fruta (menos las diuréticas) no interfiere en la hora de dormir.
- Los alimentos que no se aconsejan a la hora de dormir son todos aquellos que contienen cafeína y teobramina (como el chocolate).
- También es necesario evitar los alimentos que sean ricos en azúcar simple porque pueden acelerar el organismo.
- Se desaconseja comer verduras crudas o legumbres en la cena porque pueden producir hinchazón lo que dificulta el sueño.
- Tampoco es bueno tomar mucho líquido durante la cena para no tener que levantarse varias veces al baño.