Si tu hijo ya tiene más de dos años y ya maneja de mejor forma su lengua madre es hora de iniciarlo en el aprendizaje de una segunda lengua. Mientras antes comencemos a enfrentar a nuestros hijos a estos nuevos sonidos, más fácil y rápido será para ellos adquirir una nueva lengua.
Exponer a nuestros niños desde muy pequeño a una lengua extranjera tiene innumerables ventajas, dentro de las que se cuenta:
– Crecimiento del cerebro: Específicamente el hipocampo y 3 áreas de la corteza cerebral.
– Regulación de las emociones: La personas bilingües, al cambiar de idioma, también cambian sus emociones.
– Protección contra el Alzheimer: al cambiar de idioma, mantenemos el cerebro más activo, preparándolo de mejor forma para la atrofia fruto de la vejez.
– Mejoras en la atención: Niños de 2 años que hablan 2 lenguas, manejan menos palabras por cada idioma, pero tienen una mayor capacidad de controlar su atención.
– Mejoras en habilidades cognitivas tales como: solución de problemas, aritmética y pensamiento creativo
– Mejoras en la codificación del sonido: personas bilingües tienen mayor capacidad de distinguir sonidos lingüísticos relevantes y descartar los que no lo son.
– Toma de decisiones: Se ha descubierto que las personas toman decisiones más racionales en la solución de problemas, cuando piensan en ello en su segunda lengua.
La edad ideal para comenzar a estimular el desarrollo de una segunda lengua es entre el nacimiento y los 6 años. Es importante que enfrentemos al niño a estos sonidos para que sea más fácil su aprendizaje. Para ello es importante tener en cuenta:
Comenzar de a poco da mejores resultados
Si el niño habla y entiende perfectamente su lengua materna puede que no muestre deseos de aprender a hablar una segunda, más aún si no tiene edad como para entender lo que esto significa. Cuando le hables, no comprenderá e inmediatamente perderá interés. Sin embargo, existen maneras de generar atención y gustos por este nuevo aprendizaje.
El niño debe comenzar a familiarizarse con la lengua lentamente. Determina un lugar de la casa y un espacio de tiempo no muy largo, unos quince o veinte minutos al día bastarán para comenzar, elige una actividad que al niño le interese y háganla juntos, obviamente, deberás hablarle y guiarlo en la segunda lengua. Repetir algunas palabras relacionándolas con objetos o dibujos y estimular al pequeño a que las repita, enseñarle canciones y escuchar música son buenas maneras de comenzar a incorporar el idioma.
Estimular la conversación en la segunda lengua
Cuando el niño ha aprendido algunas cosas debemos crear un momento adecuado para que lo hable y lo practique. Podemos elegir un momento del día como el baño o la cena y comenzar a hablar sólo en la segunda lengua. Se debe estimular al niño a que hable en el otro idioma y mantener pequeñas conversaciones con él.
El fin de semana es una buena oportunidad para afianzar lo aprendido
El ambiente relajado y alegre del fin de semana lo transforma en un momento ideal para aprender. Enfréntalo a conversaciones, canciones y películas en el segundo idioma verás como poco a poco comenzará a entender lo que está escuchando.
Como puedes ver, la estimulación de la segunda lengua es una tarea del día a día, mientras a mayor cantidad de situaciones y experiencias significativas en el nuevo idioma lo enfrentemos, más fácil para ellos será adquirirla.
Fuente foto: elconfidencial.com