Salud

Cómo evitar que los niños se deshidraten

  • Comenzó el verano y con él las vacaciones. Las altas temperaturas aumentan la carga viral debido a que en los alimentos se produce alteración de la cadena de frío y fallas en la conservación, lo que puede provocar las clásicas diarreas de verano y con esto la peligrosa deshidratación.

Cuando nace el ser humano, no tiene bacterias. El intestino empieza a colonizarse por la flora de la madre y, al cabo de diez años, se encuentran diez veces más bacterias que células humanas. Ellas mantienen el equilibrio para que la absorción de los nutrientes sea la correcta y así mejorar la inmunidad del intestino y del cuerpo.

Según Fernando Espina, director médico del Centro Pediátrico Mediclown y decano de la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás: «Hay virus —como el rotavirus— que están presentes todo el año, pero el comer alimentos contaminados es mucho más común en verano por frutas y verduras sin lavar, el camping, tragar agua estancada… los alimentos se echan a perder más rápido y los virus se colonizan a mayores temperaturas».

«Si un niño empieza con vómito y diarrea, lo primero que se debe hacer es darle cinco cc de suero cada diez minutos. Si al cabo de cuatro o cinco horas no se ha controlado el cuadro y el niño sigue deshidratándose, hay que llevarlo a un servicio de urgencia y no esperar a que sufra una descompensación», recomienda Espina.

El médico indica que hay productos naturales que ayudan a impedir las diarreas, como por ejemplo, Perenteryl, que acorta los síntomas y fortifica la flora intestinal, clave para el manejo de muchas de las infecciones e incluso alergias. Asevera que «la mayoría de las diarreas en los niños son de origen infeccioso y lo más común, viral, provocándose una alteración de  la flora intestinal. Perenteryl, en este contexto, actúa de forma rápida y eficaz. Hay otros caminos para aportar flora intestinal (pro bióticos) como leches o yogurt que lo contengan, pero más bien sirven para recuperar la flora perdida lentamente que para detener el episodio infeccioso que se esta cursando».

El factor etario tiene incidencia en la gravedad. Una diarrea en un adulto que dura 24 o 48 horas se considera algo normal (a menos que se presente con fiebre o con sangre); en un niño no, porque su superficie corporal tiene menos agua, entonces se deshidrata más rápido.

Finalmente, el experto relativiza el uso de antibióticos: «En estos casos es recomendable el uso de Perenteryl, no así de antibióticos, ya que la mayoría de las infecciones de niños —del orden del ochenta o noventa por ciento—, no los necesita e incluso a veces agravan la infección. Además, los antidiarreicos que se usaban antes provocaban un efecto tapón que hacía que esas bacterias quedasen en el organismo para liberarse más tarde con peores consecuencias».

 

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