Es fundamental que desde pequeños podamos crear hábitos de estudio en nuestros hijos. Lo que hagamos antes de que nuestros hijos pasen a 5º Básico es muy importante para lograr que a partir de ahí, tengan una motivación intrínseca por el estudio.
Debemos tener claro cómo aprende el cerebro de los niños para poder ir acompañándolos y guiándolos en este proceso. Hacer redes neuronales eficientes y buenas es primordial para el aprendizaje. Los niños nacen con 300 billones de neuronas dispuestas a aprender y éstas van disminuyendo a medida que van creciendo.
Es por eso que los primeros diez años de vida son tan importantes a la hora de crear hábitos, de aprender y de descubrir nuevas cosas. El cerebro de los niños es el que aprende y debemos conocer cómo lo hace para poder ayudarlo:
Lado Derecho: Es el lado del cerebro más lúdico, le gusta el juego, es espontáneo, aprende de las experiencias, se nutre de afecto y seguridad, le gusta la magia y sentirse cómodo y de buen humor.
Lado Izquierdo: es más lógico, matemático, racional, analítico y reflexivo.
Ambas zonas trabajan en conjunto de manera perfecta. La zona frontal del cerebro es muy importante para el pensar y hacer ordenado. Debemos cuidarla mucho ya que siempre es la zona más dañada.
Para ayudar a nuestros hijos con sus hábitos de estudio en la casa es fundamental la buena relación de los padres con el colegio y tomar en cuenta los “Factores ambientales y de Organización” en la casa a la hora de empezar a crear esta rutina de estudios. Estos factores son:
- Lugar: debe ser ordenado, tranquilo, con buena iluminación, con los materiales adecuados, silencioso. Buscar el mejor lugar dentro de las posibilidades de nuestra casa.
- Tiempo: organizar el tiempo es fundamental. Lo ideal es distribuir la jornada (fuera del colegio) de tal forma que tenga tiempo para todo. Esto favorece el aprendizaje al tener el tiempo organizado. Facilita la concentración y los hace sentirse seguros y sin culpas. Los tiempos deben organizarse de acuerdo a cada niño, de sus actividades extra programáticas y de sus necesidades específicas. Siempre dejar tiempo para el juego y la actividad física. Lo ideal es estudiar todos los días de la semana un rato definido previamente con los niños y evitar repasar ramos afines para facilitar la concentración. Siempre lo recomendable es partir con algo fácil, luego lo más difícil, para terminar con algo nuevamente de mayor facilidad. (el máximo de concentración es a los 5 minutos de haber comenzado).
Tener un método de estudio va predisponiendo a los niños al aprendizaje. Creando hábitos se puede lograr que a medida que los niños vayan creciendo, vayan teniendo sus responsabilidades claras y estudiando solos.
Un método de estudio ayuda mucho en ese sentido. Acá uno de ellos:
1.- Pre Leer: es muy importante hacer una observación de lo que se va a estudiar para poder conectarse con lo que se va a estudiar.
2.- Leer: ahora sí leer completamente todo.
3.- Leer y subrayar: es importante volver a leer y destacar frases, palabras, ideas y datos relevantes.
4.- Escribir: hacer un esquema o resumen de lo subrayado.
5.- Memorizar: evocar lo que se leyó y contarlo con palabras propias.
6.- Repasar: para retener la información.
Lo más importante es que siempre debes acompañar y apoyar a los niños en sus estudios pero NO debes hacerles nunca las tareas. Estos hábitos y métodos de estudio deben ser paulatinos y de acuerdo a la edad de los niños.
Y otro punto importante: Felicita por el esfuerzo y NO castigues por el error o la nota.
Charla Amanda Céspedes y María Antonia Guzmán “Hábitos de Estudios”