La sexualidad es un tema que muchas veces nos preocupa. Si nuestros hijos comienzan a explorar sus cuerpos nos ponemos nerviosos y no sabemos mucho qué hacer ni cómo hablar con ellos..
Es importante tener claro que para el niño no hay un tema tabú detrás de su sexualidad. Es algo natural e innato que, en la medida que lo van descubriendo, les genera interés en descubrir más sobre sus cuerpos. Se desarrolla en tres grandes etapas en la infancia (hasta los 6 años): primero como búsqueda del afecto, luego como curiosidad y finalmente como juego.
Los niños al nacer ya son seres sexuales pues disfruta de nuestras caricias y besos, del contacto piel con piel pero en un inicio no comprende que su cuerpo está formado por partes sino que lo ve como un todo. Este goce no lo tienen asociado a la sexualidad como la vemos los adultos sino a la búsqueda de placer a través del afecto y el contacto.
Así, al poco tiempo empieza a explorarse y conocerse y la única forma de hacerlo es tocándose y por ende no debemos prohibirles hacerlo… solo se están descubriendo. Alrededor de los 3 o 4 años descubren que tocarse algunas partes de sus cuerpos les producen más placer o una sensación diferente que el resto. Finalmente viene un período en que comienzan a jugar con otros niños, a mirarse a conocerse y por muy difícil que se nos haga esto también es algo normal y no debemos tratarlo como algo terriblemente grave, solo cambia su carácter de curiosidad e inocencia cuando uno de los niños involucrados dentro del juego debe hacer algo contra su voluntad, cuando la diferencia de edad entre los niños es muy grande, cuando uno de los niños tiene conductas claramente de adultos o cuando pueden ser peligrosos para los niños (meterse objetos o cosas por el estilo).
Si durante este período hacemos grandes alborotos de lo que está ocurriendo entonces nuestros hijos sentirán culpa frenando con eso su autoexpresión e incluso su autonomía ya que se sentirían culpables de tener curiosidad.
A lo largo de la infancia tendremos que enfrentarnos a muchas preguntas de carácter sexual por parte de nuestros hijos, debemos responderlas con toda naturalidad pues para ellos es simple curiosidad y no existe ningún morbo en ellas. Es importante eso sí darles solo la información que son capaces de entender pues no necesitan más que eso.
Es importante tener claro que entregarles información no los hace más propensos a tener una sexualidad negativa, por el contrario, si somos nosotros quienes les hemos hablado y explicado las cosas cuando vean algo en la tele, un libro o internet van a tener una ventaja pues no va a ser algo desconocido y además sentirán la confianza para preguntarnos de qué se trata o qué es aquello que acaban de descubrir. Si estamos atentos y dispuestos a enseñar a nuestros hijos sobre la sexualidad seremos nosotros quienes más influyan en su educación versus cualquier tercero que traiga información que no podremos manejar.
Las invitamos a hablar con sus hijos sobre la sexualidad infantil sin miedo, recordando dar la información justa y con un vocabulario adecuado.