Muchas veces hemos tomado medidas contra esos molestos rollitos demás y hemos comenzado dietas que finalizan cuando se alcanza el peso que deseábamos obtener. Sin embargo, existe un porcentaje cada vez mas alto de personas que, al alcanzar el peso deseado, se obsesionan por seguir bajando y atraviesan la línea de la normalidad para pasar al terreno de la anorexia nerviosa, una enfermedad que si no se detecta y se interviene a tiempo, puede tener secuelas irreversibles que incluso, pueden costar la vida
La anorexia Nerviosa se caracteriza por un rechazo a mantener un peso corporal mínimo normal correspondiente a la edad y a la estatura y por un intenso temor a aumentar de peso o a convertirse en obeso, incluso pesando menos de lo normal. La percepción de la propia silueta corporal esta alterada, razón por la cual realizan dietas restrictivas, ejercicio excesivo y se utilizan laxantes y diuréticos en forma reiterada.
Las causas de esta enfermedad son múltiples y resultan de la interacción de factores psicológicos, familiares y sociales.
En cuanto a lo psicológico, se describen ciertos rasgos característicos, tales como el perfeccionismo, la competitividad, el deseo de agradar al resto, la inmadurez emocional y la baja autoestima, la cual depende del peso y la silueta. Presentan dificultades en cuanto al manejo de habilidades sociales, por lo cual tienden al aislamiento y al refugio en este tipo de conductas. Se observa en estas pacientes una paradoja en cuanto al control ya que, son personas que pretenden controlar todo lo que comen y lo que hacen con su cuerpo, sin embargo este control no es tal, si se piensa que con tales comportamientos se esta perdiendo el control sobre la propia vida.
Por lo general vienen de familias que aparentan ser perfectas en todo sentido, son aglutinadas, rígidas, sobreprotectoras y evitadoras de conflictos. Buscan el predominio del bienestar y la estabilidad familiar por sobre las necesidades individuales.
En cuanto a lo social, se describe el hecho de que en los últimos años ha habido un cambio en el ideal de belleza dentro de los países desarrollados. En el mundo occidental aparece la delgadez como símbolo de belleza, salud y estatus, y los medios de comunicación bombardean constantemente con la idea de que mientras tengamos un cuerpo delgado obtendremos éxito y aceptación. Esto lleva a muchas personas, en su mayoría mujeres, a obsesionarse por alcanzar ese cuerpo esbelto que se vende como modelo de perfección, llegando a priorizar la imagen externa por sobre cualquier otro valor.
Las complicaciones que esta enfermedad puede traer son variadas y se traducen en alteraciones cardiovasculares, problemas gastrointestinales, alteraciones óseas y musculares, alteraciones metabólicas y endocrinas, complicaciones urinarias, complicaciones hematológicas, trastornos dermatológicos y problemas psiquiátricos tales como depresión, perdida de la concentración, trastornos obsesivos y aumento del riesgo de suicidio.
El tratamiento debe ser multidisciplinario, donde psicólogos, psiquiatras y nutriólogos trabajan en conjunto para ayudar, tanto a la paciente como a su familia, a superar el trastorno. Mientras antes se intervenga mejor es el pronóstico y se debe tener claro que la recuperación del peso no es igual a la curación del trastorno. El tratamiento psicológico es fundamental para mejorar la percepción que se tiene del cuerpo, mejorar la autoestima y desarrollar habilidades sociales que le permitan tener una adecuada interacción con su entorno.
Conductas para despertar la Alerta:
• Pérdida de peso.
• Se ven gordas a pesar de estar excesivamente delgadas.
• Usa ropa ancha.
• Se niega a sentarse a comer en la mesa y prefiere hacerlo sola.
• Juega con la comida, la reparte dentro del plato y al final no come nada.
• Sueño y cansancio
• Irritabilidad
• Ausencia de menstruación
• Aumento exagerado de ejercicio físico.
• Aislamiento y reducción del círculo de amistades.
• Dedicación excesiva al estudio.
• Se pesa muchas veces al día