Como dicen por ahí “hasta que la muerte los separe”. Hoy en día podríamos decir “hasta que la tecnología los separe”. El tema del momento es que herramientas como Facebook, Twitter o Whatsapp son las causantes de muchas rupturas amorosas. Pero es, en definitiva la herramienta la culpable de las rupturas o es que éstas favorecen la desconfianza y no la comunicación como originalmente fueron concebidas.
El ya famoso doble-check de Whatsapp. ¿Por qué no me respondes si me apareces conectado? ¿Por qué no me respondes si me aparece el doble-check? ¿Con quién estás que no me respondes? Claramente poco se conoce sobre ese tema, porque el doble-check no quiere decir necesariamente que la otra persona recibió el mensaje.
¿Acaso la persona no podría estar ocupada y por eso no responde? Hace unos días buscaba un ejemplo parecido a esta situación, y se me ocurrió graficarlo como cuando a uno lo llaman por teléfono y no puede contestar simplemente porque está ocupado o porque está con otra gente y por lo tanto no quiere faltarle el respeto a los demás, hablando o con la manos y la mente puesta en el smartphone. ¿Es sinónimo de falta de interés, de engaño o de potencial infidelidad? Estamos tratando de mirar por debajo del agua y culpando a la tecnología de nuestra inseguridad o desconfianza.
Hasta hace unos años (sin smartphones ni celulares muy poderosos) la manera de comunicarnos era, en persona o por teléfono, así de simple, eran dos opciones (como le escuché decir a Isamel Cala en CNN: o confiar en la pareja o echar a volar la imaginación) y nada más.
Reconozco que soy un usuario muy intenso de la tecnología y de la idea de que ella nos hace la vida más fácil definitivamente. PERO, somos nosotros mismos los que nos hemos encargado que nos la complique, por nuestros propios defectos y exageramos en su uso y findalmente, la catalogamos de culpable de, por ejemplo, stress, rupturas amorosas, desconfianza, dependencia extrema, etc.
Más allá de las explicaciones técnicas del doble-check por ejemplo, estamos pasando por un período grave de desconfianza en la relaciones en todo sentido. ¿Es sana una relación basada en la desconfianza? ¿Hay amor en una relación de esa naturaleza? ¿Nos debemos someter y dejar controlar la tecnología en el amor?
Mi invitación hoy es a que empecemos a utilizar la tecnología a nuestro favor, desde el lado cariñoso, no desde el control y la desconfianza. Si alguien no te responde el whatsapp, está ocupado y no engañando. Saquemos la mejor parte de esta era de la información, que es poder estar conectados y comunicados. Es poder compartir momentos que, muchas veces, por trabajo podemos perdernos.