Cuando te conviertes en madre, lo primero que dejas de lado son esas horas eternas para dormir, dormir y dormir más. Y en esta situación de pocas horas de sueño, una comienza a funcionar en el nivel básico de cosas a realizar: alimentar a tu hijo, cambiar pañales, bañar, hacer un par de cosas en la casa, y para de contar.
Y en esta situación, Scary Mommy nuevamente nos sorprende con nueve “meteduras de pata” de algunas mamás precisamente por la falta de sueño.
- Mezcla de palabras y pensamientos. Es tanto el sueño, que puedes encontrarte en un mundo paralelo, donde tu cerebro recupera la palabra opuesta de lo que piensa, por ejemplo, “Está bien ¡Chao! ¡Nos vemos el día de ayer! “O” Discúlpeme por un momento, me voy arriba para comer al bebé”, o conversando con una amiga”¿Qué edad tenía tu guagua cuando nació?”.
- Los zapatos. Salir de la casa con dos zapatos distintos, o con las zapatillas de levantar, puede convertirse en una situación habitual en la vida. ¿No les paso nunca? A mí varias veces.
- La ropa en general. El pijama se comienza a convertir en el mejor aliado. Vas a comprarte ropa, nada te queda bien y comienzas a sufrir por el peso. También, puedes sin darte cuenta, utilizar la misma ropa por varios días porque es cómoda o, simplemente, tu prefieres pensar en dormir que en vestirte.
- Preparar café. Esta situación puede convertirse en toda una prueba, sobre todo si debes preparar el café en una cafetera. Puedes hacer funcionar la cafetera sin café en él y preguntarte por qué el café es pura agua. Puedes errar en las medidas, servir leche en vez de café, entre tantas otras cosas que giran en torno a un simple café.
- ¿Dónde están las cosas? Puede que comiences a hacerte preguntas sobre cosas que estás usando “¿Dónde está la mochila porta bebé? Quiero hacer las maletas para nuestro viaje “, mientras que estás usando el porta bebé sosteniendo a tu hijo.
- Olvidar la rutina diaria. En algún momento, puedes encontrarte de pie en la sala de estar con hilo dental en la mano y no tener idea de por qué estás ahí con eso en la mano, ya que habías renunciado a usar el hilo dental hace siglos.
- Lavado de ropa. Acá pueden ocurrir varios desastres. Puedes poner una carga, pero olvidar el detergente. Puedes poner la ropa en la secadora, pero olvidar encenderla. Y así una sucesión de acontecimientos que pueden arruinar la ropa de cualquier miembro de la familia.
- Percepción del tiempo. Vas a mirar el reloj para tomar el tiempo de la comida que preparas y olvidarlo completamente.
- Confundir nombres. Vas a llamar a tus amigos por los nombres de sus hijos. Vas a llamar a sus hijos por el nombre de sus hermanos. O podrás cantar una canción de cuna para tu hijo, pero olvidarla o cambiar el nombre del protagonista.
Fuente foto: www.mujeresdemiedad.com