En el sitio web de Depak Chopra, Sara Schairer propone seis estrategias para educar niños compasivos. Hoy en día el bullying está a la orden del día y aunque los colegios están poniendo de su parte nosotros tenemos que poner algo de la nuestra.
La autora, quién se dedica a dar clases de educación compasiva en colegios, plantea que es necesario que los establecimientos debiesen enseñar algo de lo que es compasión y empatía (en sus presentaciones, al preguntar qué es el bullying todos saben lo que es en cambio muy pocos saben que es la empatía y la compasión) y aunque muchos podrían rebatir que no es tarea de los colegios, la autora plantea que todos debiésemos dedicarnos a enseñar esto a los niños y jóvenes de hoy en día.
Así que para todos los que estén interesados en enseñar algo de esto a sus hijos aquí van los 6 tips que Schairer plantea:
Incorporar la amabilidad en el día a día
Si no te has dado cuenta los niños son como esponjas e imitan nuestras palabras y acciones de manera natural (si no lo has visto detente a observarlos). Es por esto que debemos ser conscientes de nuestras acciones y la forma en que interactuamos con otros y con la naturaleza sobre todo si tus hijos están cerca. Si eres respetuoso y amigable con todos tus hijos, van a seguir tus pasos. Trata de incorporar actos de amabilidad cada día: sonreírle a desconocidos, saluda al chofer de la micro, buscar formas para que otras personas tengan un mejor día.
Trata a tus hijos de la forma que te gustaría que te trataran a ti
Muchas veces y por distintos motivos, sin darnos cuenta tratamos a nuestros hijos de una forma poco adecuada. Pon atención a tu forma de tratar a tus hijos, a tu estilo de padre y podrás ver a qué se refiere (sobre todo si estás apurado). Usa el tono que te gustaría recibir de parte de tu hijo, háblale como quisieras que él te hablara. Esta es una forma compasiva de relacionarse y como se dijo en el punto anterior los hijos nos imitan. A mayor respeto entregado mayor respeto recibido.
Crea un ritual de historias compasivas a la hora de comer
Además de preguntarles a tus hijos cómo estuvo su día, pregúntales qué acto compasivo hicieron. Mientras más se habla del tema más presente está en la mente de todos. Recuerda que también a ti te van a preguntar así que debes preocuparte de hacer al menos un buen acto al día para tener que decir en la noche. Además, con esta actividad se centran en lo positivo del día.
Hagan trabajos voluntarios juntos
Sabemos que entre el trabajo y todas las actividades que vienen incluidas con nuestros hijos nos dejan casi sin tiempo para hacer otro tipo de cosas. Intenta buscar horarios dentro de tu fin de semana donde puedan hacer alguna buena obra: llevar comida a un hogar, ofrecerse de voluntario en un lugar donde lleguen animales maltratados, acompañar a niños en hogares por un par de horas, entre muchas otras. Hacer voluntariado juntos ayuda a que nuestros hijos sientan que están haciendo algo por los demás y les da un valor a ellos mismos que no es tan fácil de conseguir.
Practiquen la auto-compasión
Junto con modelar la compasión a otros debemos modelar la auto-compasión. ¿Te has fijado alguna vez cómo te tratas a ti mismo? Generalmente somos nuestros peores críticos. Nunca les hablamos a nuestros amigos de la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. Típico de mirarse al espejo y decir que estás gorda, fea, arrugada, entre miles de otros insultos.
Según un estudio realizado por Kristin Neff, la autocompasión incluye:
- conocer nuestros sufrimientos
- recordar que hay otros que se sienten igual que tu y por ende no estás solo en tu sentir
- decirte palabras amables y darte valor a ti misma, es decir, tratarte como tratarías a tus amigas
Si tus hijos aprenden la auto-compasión van a poder vivir la vida de una forma más fácil que si les enseñas que deben ser siempre los mejores.
Dales un recordatorio para que lo lleven a todas partes
La idea es darle a tus hijos algo que les recuerde la importancia de comportarse de manera compasiva (algo así como un amuleto de la compasión). Un llavero para poner en su mochila, una piedra bonita, un sticker, no necesita ser nada estrafalario, solo algo que tu hijo sepa por qué está ahí.
Wayne Dyer una vez dijo que la compasión es la lección más importante para enseñarles a nuestros hijos. Si somos capaces de enseñarles a nuestros hijos a ponerse en los zapatos de otros, podríamos resolver todos los problemas sociales del mundo.
Así que de ahora en adelante te invitamos a dejar de concentrarte en el antibulling y empezar a usar las energías en educar la compasión en nuestros hijos. Ojalá seamos capaces de hacer un mundo mejor en el futuro.