Hijos

12 razones por la que nuestra guagua llora

La manera de expresarse de los pequeños es a través del llanto. Así, nos hacen saber que algo los está molestando y que necesitan atención. Pero muchas veces, el llanto nos confunde, empezamos a probar que puede ser y finalmente terminamos un poco desesperadas sin saber qué hacer, sobre todo si es nuestro primer hijo(a).

Hoy te damos una lista que incluyen motivos o razones por las que nuestra guagua está llorando. Pueden ser obvias, pero cuando somos mamás primerizas muchas veces estos consejos nos ayudan a mantener la calma y estar atenta a ciertas cosas que quizá no nos íbamos a dar cuenta.

1.- Hambre: es lo primero por lo que se manifiestan. Cuando ya aprendamos a reconocer sus señales y tengamos horarios más ordenados, podremos alimentarlo antes de que sienta hambre y se ponga a llorar. Signos evidentes de hambres son: llevarse las manitos a la boca, voltear la cabeza si le tocas la mejilla como buscando algo, estar inquieto y hacer sonidos con la boca.

2.- Pañal sucio: otro clásico. Si no es hambre, debemos revisar su pañal y su ropita (por si se ha pasado).

3.- Dormir: vemos que nuestros pequeños duermen harto. Cuando quieren y donde quieren. Pero muchas veces conciliar el sueño les resulta complicado y se ponen irritables y a llorar, especialmente cuando se encuentran demasiado cansados. Lo recomendable es hacerlo dormir apenas comience con signos de cansancio, como los bostezos.

4.- Brazos: nuestros hijos necesitan sentir ese apego con nosotras. Sentir el cariño y la calidez de la mamá les entrega una sensación de bienestar y tranquilidad enorme. Y muchas veces, piden que los carguemos con el llanto. Hazlo tranquila y feliz, los primeros meses de vida son fundamentales para que ellos se sientan seguros y tranquilos. Hay estudios que lo comprueban y no lo estarás malcriando. ¡No hay nada mejor que los brazos de mamá!

5.- La guatita: muchos ataques de llantos son productos de problemas a la guatita como cólicos y gases. De hecho los expertos dicen que un llanto de cólico se define como uno que ocurre al menos tras horas al día, tres días de la semana y por lo menos tres semanas seguidas.  Así que debemos tener ojo si nuestro hijo se pone a llorar después de comida y dobla sus piernas hacia el estómago. Si esto ocurre, consulta a tu pediatra inmediatamente.

También puede ser que tenga gases, que también producen estos llantos. Intenta ayudarlo a sacar ese gas acostándolo de espalda y mover sus piernas en círculo como si estuviera pedaleando. Pero también pueden existir otras razones como: la intolerancia  a la lactosa, alergia a la leche, reflujo, entre otro. Debemos estar atentas y apoyarnos siempre en nuestro pediatra.

6.- Chanchito: a veces después de tomar leche no botan todos los chanchitos y, como se dice, “le queda uno atravesado”. Si está llorando, probemos sacarle nuevamente los chanchitos y tengamos paciencia hasta que lo bote.

7.- Frío o calor: estas dos sensaciones los pequeños la manifiestan a través del llanto. Cuando son recién nacidos, necesitan estar abrigados y calientitos. Lo más probable, es que cuando lloren es por más por frio que por calor.

8.- Algo pequeño les molesta: los bebés se pueden sentir incómodos con cosas pequeñas: una etiqueta que lo molesta, un hilo en un dedito u otras cosas insólitas.

9.- Dentición: cuando comienzan a salir los dientecitos, puede venir acompañada de dolor. Si esta en ese proceso, revisa su encía y mira si viene alguno por ahí. Esta puede ser la causa de su llanto e irritabilidad.

10.- Menos estimulación: Si bien las guaguas aprenden de la estimulación que ofrece el mundo que les rodea, a veces les puede resultar difícil procesarlo todo y pueden sentirse abrumados con tanta actividad: las luces, el ruido o que lo pasen de mano en mano. El llanto es su forma de expresar que “ya ha sido suficiente por hoy”.  Si tu hijo(a) empieza a llorar desconsoladamente, llévalo a algún lugar tranquilo, y déjalo desahogarse un rato. Después haz alguna actividad tranquila para consolarlo, como acunarlo, o cantarle una canción de cuna.

11.- Más estimulación: al contrario de lo anterior, tu hijo(a) puede que sea más exigente en este sentido y necesite mayor estimulación. Es posible que la única manera de que se calme sea mantenerlo activo.

12.- No se siente bien: si ya probaste con todo lo anterior, y tú pequeño sigue llorando puede ser que esté enfermo. Tómale la temperatura y obsérvalo a ver si presenta algún otro síntoma. El llanto cuando están enfermos suele ser distintos a otros. Si tu instinto te dice que es algo distinto, llama a tu Doctor inmediatamente.

 

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